Dejar obra y morir tranquilo
Novela de culto e himno adolescente, ¡Que viva la música! ha mantenido su ferocidad y frescura durante casi cuatro décadas. ¿Qué hace que sucesivas generaciones de jóvenes se identifiquen con la “rubia rubísima” y el “Calicalabozo” de Andrés Caicedo? Un intento de respuesta en este prólogo para la edición británica de Penguin.
POR Juan Gabriel Vásquez

Ilustración de Álvaro Tapia Hidalgo
ACERCA DEL AUTOR

Novelista. Recibió en 2011 el Premio Alfaguara de Novela por El ruido de las cosas al caer.